Queda claro que editar obras de teatro no es un negocio para nadie. Las dos o tres editoriales que incluyen textos dramáticos en sus catálogos son empresas que publican libros de venta masiva o, al menos que les aseguran algunas ganancias. Daniel Divinsky, titular de Ediciones de la Flor, una de esas editoriales, me confesó que el libro teatral, a lo sumo, cubría los gastos. Y – aclaró - con el tiempo.Es bueno decirlo para saludar la llegada al mundo de los libros de Emergentes Editorial, un emprendimiento personal de nuestro colega y amigo Eduardo Rovner. Más allá de que cualquier publicación de obras de teatro debe ser bien recibida por el mundo teatral, y por los autores en particular, este proyecto en especial tiene un rasgo distintivo. Es un gesto de generosidad.
No sé si cometo una infidencia. Hace ya unos meses que Rovner me contó la idea del proyecto. Sentía la necesidad, así me dijo, de devolver al teatro checo lo que el teatro checo le había dado. Rovner es un autor exitoso en la República Checa. Y encontró la manera de hacerlo. Con todos los riesgos que eso supone.
Ahora anuncia otra decena de títulos que van de obras uruguayas y mexicanas, hasta europeas contemporáneas, además de una saga que incluye textos del grotesco italiano, el Siglo de Oro español y el teatro isabelino. Sumado a la idea necesaria de editar títulos de los teatros comunitarios argentinos.
En fin: un proyecto que nace de un impulso generoso. Y no hay muchos casos parecidos. Es bueno decirlo.
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No sé si cometo una infidencia. Hace ya unos meses que Rovner me contó la idea del proyecto. Sentía la necesidad, así me dijo, de devolver al teatro checo lo que el teatro checo le había dado. Rovner es un autor exitoso en la República Checa. Y encontró la manera de hacerlo. Con todos los riesgos que eso supone.
Ahora anuncia otra decena de títulos que van de obras uruguayas y mexicanas, hasta europeas contemporáneas, además de una saga que incluye textos del grotesco italiano, el Siglo de Oro español y el teatro isabelino. Sumado a la idea necesaria de editar títulos de los teatros comunitarios argentinos.
En fin: un proyecto que nace de un impulso generoso. Y no hay muchos casos parecidos. Es bueno decirlo.