Sobrecargue una metáfora y se volverá un chiste vulgar. Quítele precisión a un chiste vulgar y se volverá una metáfora. Lo dice Gastón Bachelard con palabras más o menos parecidas. Metáfora y chiste como territorios contiguos. Siempre me he preguntado por la existencia de un espacio intermedio. Si el límite es el espacio entre dos cosas ¿cómo se manifiesta ese espacio? ¿Es practicable, por decirlo en términos de teatro? ¿Puedo pararme en él y no estar ni aquí ni allá y estar en los dos lados a la vez?. Parece una paradoja hasta que encuentra uno alguno de esos materiales poéticos que lo consiguen. Terminé de leer Historias de locura ordinaria de Petr Zelenka y sentí que allí había uno. Uno de esos bichos raros de la dramaturgia capaz de habitar en la angostura incómoda de esa línea divisoria. Y moverse encima por ahí con la soltura del que corre por el campo. Buena obra de verdad. Y excelente la idea de difundirla.
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